Sueño en el anciano:
La duración del sueño disminuye con la edad. En parte se debe a menor producción de Melatonina con el paso de los años.
Se adelanta el ritmo circadiano; se acuestan y levantan más temprano (Adelanto de fase)
Se modifica la arquitectura del sueño. Disminuye el sueño lento profundo (N3), que es el reparador, y aumenta el sueño superficial (N1 y N2) y por ende, la necesidad de siestas. Suele transformarse en un sueño más fraccionado.
En general, suele ser menos reparador.
En los ancianos, también se debe interrogar acerca de síntomas compatibles con SPI y MPP, ya que agregan mayor morbilidad al sueño y tienen tratamiento específico.
Las apneas del sueño también son comunes en los ancianos. NO olvidar que agrega comorbilidad cardiovascular y se trata de una patología que se corrige por completo con el uso del Cpap. Además, el uso de benzodiazepinas suele ser frecuente y estos fármacos empeoran aún más las apneas obstructivas.
Los trastornos del ánimo suelen estar subdiagnosticados en los ancianos. La depresión o la ansiedad son claros diagnósticos que favorecen el insomnio y el sueño no reparador.
Las mujeres ancianas suelen preservar mejor la calidad del sueño.