Ansiedad y depresión introducción:
Estar ansioso o deprimido es algo que ha ocurrido, al menos en algún momento, a la mayoría de las personas.
Cuando esos estados son respuestas "proporcionadas" a una causa externa que las genera, se consideran fenómenos normales.
La vida de cualquier persona incluye situaciones que nos preocupan o nos ponen intranquilos. Del mismo modo, cuando sufrimos pérdidas de personas, por ejemplo, es natural estar triste. Esto no es una enfermedad, simplemente nos indica que nuestro entorno nos afecta emocionalmente, y que nuestro cuerpo reacciona.
El tema central radica en la proporcionalidad entre la causa y el efecto. Una cosa es pensar que la vida ya no tiene más sentido porque se perdió un hijo en un accidente, y otra es creerlo porque le robaron la billetera o le chocaron el auto.
Si una persona todos los días encuentra una excusa para estar tenso o ansioso, el motivo seguramente estará en una alteración de su personalidad.
En IFN comenzamos por tratar de establecer esa proporcionalidad, para saber si es un fenómeno comprensible o si hay una situación anormal que requiere un tratamiento.
Para ello hay estudios Psicológicos, se emplea el Electroencefalograma en sus diversas variantes y aplicaciones, y otras prácticas.
Es notable el impacto que tanto la ansiedad como los cuadros de tipo depresivos producen en las personas, la lista es muy extensa ya que repercute en todo el organismo de diversas maneras.
Debemos sin embargo descartar algunas manifestaciones indirectas de estos cuadros por las cuales las personas acuden al Neurólogo en busca de ayuda:
- Cefaleas
- Insomnio
- Temblor
- Mareos
- Etc
El médico debe estar atento a distinguir en cada uno de estos cuadros el componente de influencia de lo emocional de otras causas.
Hecho el diagnóstico se emplean técnicas psicológicas, medicaciones si fuera necesario, y un seguimiento periódico que es esencial para conservar los beneficios en el largo plazo.